Si has tenido o tienes relaciones sexuales
A lo mejor tienes relaciones sexuales y te mueven sentimientos sinceros de amor por tu pareja. Piensa que siempre hay lugar para mejorar en lo que pensamos y hacemos. Busca profundizar lo que significa para ti el amor y busca vivirlo siempre mejor. Porque el amor no es el estado de un momento, sino que debe crecer cada día. Piensa también en el futuro. ¿Tenéis futuro juntos? ¿Qué significa para vosotros el compromiso? ¿Qué pasaría si viniese ahora un embarazo? (porque la anticoncepción nunca es 100% segura). ¿Te podrías quedar con pena por haberte entregado en estas relaciones sexuales si un día dejáis de salir juntos? Espero que tus decisiones tengan en cuenta estas cosas también.
Si tienes relaciones sexuales y no lo haces en el contexto del amor, de un amor sólido, acuérdate que el sexo sin amor puede acabar forjando en ti un corazón desvinculado. Es decir, un corazón incapaz de comprometerse; te acostumbrarás a no atarte a nade. No hay amor sin compromiso, si no aprendes a comprometerte no serás capaz de amar cuando quieras hacerlo. Se producirá en ti una disociación, porque estarás en la dinámica de separar los deseos de tu cuerpo del deseo profundo de tu alma que es el amor de verdad. Tu mirada será cada vez más sexual y reflejará cada vez menos el espejo de tu alma. Lo único que veras ante una posible pareja sentimental será su sexualidad. Poco a poco te sentirás vacío o utilizado.
En cualquiera de estos casos o si tuviste relaciones sexuales en el pasado que te han decepcionado y por las que te arrepientes, no olvides que siempre puedes reconquistar tu virginidad. Reconquistar tu virginidad significa entender bien qué significa el amor. Entender que tu sexualidad es especial y que puedes entregarla a alguien a quien puedas, al casarte, prometer amor diciendo: “quiero estar contigo, quiero estar contigo solamente, contigo para siempre para que juntos vivamos nuestro proyecto de familia”. Para vivir un momento así debes prepararte. No tengas relaciones sexuales y prepara tu corazón para la exclusividad del amor. Deberás aprender a gestionar tu impulso sexual (por ejemplo, evitando la pornografía), para no dejarte llevar por tus deseos sexuales y poder entregarte totalmente a alguien especial. Este esfuerzo hará que un día puedas decirle al amor de tu vida, después de la promesa de amor del matrimonio y aunque hayas tenido relaciones sexuales en el pasado: “nunca me había preparado tanto como lo estoy hoy, para entregar mi sexualidad”, “nunca he estado tan consciente del significado de entregarme a alguien así” y vivirás una renovada, verdadera primera vez, porque habrás reconquistado tu virginidad.
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