Si no tienes relaciones sexuales pero tienes rollos sexualoides los findes
Quien no ha tenido relaciones sexuales se considera virgen, y es cierto. Pero a lo mejor te dedicas a enrollarte con besos, caricias y algo más, los findes cuando sales con tus amigos. Si es así, me gustaría que pienses más detenidamente en la idea de la virginidad. La virginidad es algo más que “no tener relaciones sexuales coitales”. Comprende aspectos físicos, pero también aspectos afectivos que están ahí en una persona que ha trabajado su virginidad. Incluye la capacidad de mantener una relación de amor exclusiva, de ser fiel a una única persona, y de poder vivir la fidelidad del corazón.
Cuando tienes pareja, la fidelidad del corazón se vive comportándote en público de tal manera que te vean como una persona “ocupada”, comprometida en una relación de pareja. Es difícil de poner ejemplos concretos, pero el resultado es que las personas que están contigo sienten habitualmente la presencia de tu pareja en tu vida, aunque de hecho no esté ahí contigo en ese momento. Vives más mostrando un estilo de “nosotros” que del “yo”.
Si no tienes pareja, la fidelidad del corazón es la actitud de quién se está conscientemente preparando para, un día, amar a alguien de esta manera y se nota, porque no se dedica a jugar con el amor y las relaciones sexuales. Por eso, si tu te dedicas a enrollarte los findes como he descrito antes, se puede decir que estas dañando a tu virginidad, porque no estarías preparando tu corazón y los deseos de tu cuerpo para el amor exclusivo. Amor exclusivo tanto si tu vocación será casarte o el celibato, el sacerdocio o la vida religiosa.
Esto nos permite comprender por qué algunos jóvenes que han tenido relaciones sexuales en el pasado, pero que las han dejado de tener para prepararse para el amor de su vida, son capaces de vivir una nueva virginidad cuando se entregan por primera vez a dicha persona después de la promesa de amor. Podrán decirle “nunca me había preparado así para entregarme a alguien”. Viven una virginidad renovada. Por el contrario, las personas que, aunque no tengan relaciones sexuales, juegan con su sexualidad y se dejan llevar por besos y caricias, quizás se encuentran menos preparadas para el amor exclusivo, porque están acostumbradas a no gestionar sus impulsos y a no pensar en una posible persona especial.
Vive plenamente tu virginidad física y afectiva y un día podrás entregarte más plenamente al amor de tu vida.
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