Besos y caricias como amante designado
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Gestionad vuestros besos y caricias, para que vengan del corazón
Este texto es especialmente para vosotros si habéis decidido
no tener relaciones sexuales hasta casaros.
A veces, por diferentes razones
como vuestras vivencias pasadas, por la dificultad de gestionar vuestros deseos
e impulsos, quizás por falta de experiencia, o por tener un umbral bajo de
excitabilidad, podéis vivir con dificultad la gestión de vuestros besos y
caricias. No queréis “pasaros”, pero no lográis evitarlo con la fuerza que
quisierais y os quedáis decepcionados cuando no lo conseguís. Los gestos
sexuales pueden ser complejos de gestionar. Se mezclan a veces deseos
contradictorios: no quieres pasarte, pero a la vez, lógicamente, te apetece, te
gusta, y te dejas llevar por el impulso que tira mucho. A veces, mientras tu
quieres y decides frenar, tu pareja esta avanzando más rápido de lo deseado y
eso dificulta que controles. Se viven situaciones difusas donde en vez de ser
dos ya sois como una unidad y se hace difícil separar las cosas. Es como si los
dos estuvierais manejando juntos, a la vez, el mismo coche. Las cuatro manos en
el volante, cuatro pies por los pedales. Uno tirando hacia la izquierda y el
otro hacia la derecha. Uno frenando, el otro acelerando. Puede ser complicado.
Con cierta frecuencia esto se convierte en un problema y las parejas pueden ir
saltando de decepción en decepción al observar que no logran vivir sus besos y
caricias como, en el fondo, querrían vivirlos. Al final viene la tristeza y la
sensación de fatalidad ante algo que parece inevitable, incontrolable. Tienen
la sensación de que la responsabilidad de no lograrlo es en un 50% de cada uno.
Al no haber un responsable claro, se hace más difícil aplicar una solución.
Pueden pensar “los dos tenemos culpa al 50%” y de ahí pueden acabar pensando
“en el fondo, ninguno tiene la culpa”.
En cierto modo, muchas veces es así, no es fácil pensarlo en términos de
“culpa”. Pero la solución se hace difícil desde esta perspectiva.
Para vivir bien la gestión de vuestra sexualidad es
importante recordar lo que siempre explico con relación a besos y caricias:
•
Es imprescindible saber lo que queréis, tener
claros vuestros principios y objetivos
•
Es importante conocer las cinco características
de los gestos de amor y ternura que se pueden resumir en dos finalmente: en el
noviazgo de dos personas que no quieren tener relaciones sexuales es preciso
evitar gestos que sean “acelerantes” sexuales (caricias en genitales, pechos,
glúteos y en los chicos las partes internas de los muslos) y, en cualquier
caso, hay que procurar que sean breves.
•
Obviamente es de gran ayuda evitar estar solos
en lugares como domicilios familiares, pisos, dónde pueda ser más difícil vivir
tu noviazgo como tu quieres.
Pero a veces las dificultades descritas arriba persisten, al
menos durante un tiempo. En estos casos, quiero proponerte que intentéis
aplicar el concepto de “conductor designado" a vuestros besos y caricias.
Se le llama “conductor designado” a la persona que es elegida, o voluntaria,
para no beber alcohol en una cena o fiesta. No bebe porque será quién conduce
el coche a la vuelta. La idea es proteger al grupo de posibles decisiones
equivocadas con respecto a conducir habiendo tomado alcohol. Es habitual que
solamente esa persona lleve las llaves del coche, que se responsabilice de no
las dejarlas nunca a nadie y puede tener también el encargo de ir cuidando a
sus amigos para que no se pasen con el alcohol. Haciendo el paralelismo con
este concepto sugiero que puede ser útil el concepto de “amante designado”.
Consistiría en que, por turnos, uno sea "amante designado”. Significa que
durante 7 o 15 días, lleva la responsabilidad de que los besos y caricias no
crucen la línea decidida y trazada por vosotros.
Si os pasáis de la raya, no
será un problema difuso al 50% sino que llevaría más responsabilidad la persona
“amante designada”. Uno tiene la responsabilidad de agarrar solo el volante
durante un tiempo. No hay confusión. Quizás, este enfoque pueda ser la puerta
de salida de estas situaciones confusas. Obviamente no se trata de vivir esto
como algo policial ni en convertirle a uno en el arbitro del otro. Tampoco
significa que la otra persona pueda “dejarse llevar”. Por eso, es mejor hacer
el papel de responsable por turnos y habría que usar esta técnica un tiempo
reducido (¿unos pocos meses?), el tiempo necesario para que aprendáis los dos a
gestionar mejor vuestros impulsos afectivos y sexuales.
Como los dos acabaréis
teniendo este papel de manera alternante podéis ir aprendiendo con más
facilidad a gestionar vuestros impulsos y al cabo de poco tiempo, ambos podréis
con más facilidad disfrutar de vuestros besos y caricias sin esa sensación de
no controlar lo que os pasa.
En resumen, el concepto de amante designado sería una
propuesta:
1. Que asume que los dos queréis lo mismo para el
manejo de vuestra sexualidad.
2.
Que es transitoria porque es una herramienta
para ayudaros un tiempo y no una manera de vivir vuestra relación de pareja.
3. Que se hace por turnos entre los dos, para que
podáis los dos aprender a gestionar mejor los impulsos.
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