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23-01-2023 / Jokin de Irala

Si tu relación va bien, aprende a abrazar su alma con tu cuerpo

Un beso puede darse por amor o por egoísmo. Pero muchas veces ambas se pueden mezclar. Puedes estar haciendo el bien trabajando en una ONG y a la vez sentirte importante ante los demás por ello. No significa que pierde valor el bien que estas haciendo, no te turbes por eso, pero sí tienes que estar alerta para que domine el amor en tus intenciones y en tus actos. El impulso es bueno, es un motor. Y el impulso sexual es necesario, porque eres una persona sexuada que podrás un día entregar tu cuerpo por amor.

La mayoría de la gente probablemente recuerda su primer beso. Para que tus besos vengan del corazón, “sepan a amor”, debes trabajar siempre tu capacidad de amar, de pensar en los demás, de querer el bien de la gente y preocuparte por las personas que te rodean. Ten en cuenta que existen cinco características de los gestos de ternura y de amor que siempre se cumplen. Valóralas y coméntalas con tu pareja, antes de dejaros llevar por vuestros impulsos. Algunos jóvenes se dejan guiar por los deseos de cada momento. Otros deciden “gestionar” estos deseos y gestos de ternura para asegurarse de que son realmente el reflejo de un amor sincero. Se preguntan cómo lograr una armonía entre esos deseos normales de gestos físicos de cariño, y el anhelo de que su relación romántica no se base solo en sentimientos y gestos físicos, sino también en la construcción de un proyecto de vida duradero con la persona amada. Muchos quieren, en concreto, esperar al compromiso del matrimonio antes de tener relaciones sexuales y son conscientes de que esta armonía es necesaria para evitar que las relaciones sexuales vengan antes de lo deseado por ellos.

Conocer las estas características os puede ayudar a quereros mejor:

1. Los genitales de los varones son externos, sensibles y con un funcionamiento automático e inmediato ante estímulos eróticos. En términos medios, tienden a reaccionar con más rapidez ante besos y caricias.

2. Hay personas más sensibles que otras. Por ejemplo, a una persona le puede resultar más estimulante un beso que a otra, y ambas son reacciones normales.

3. Toda persona tiene momentos más sensuales que otros. Por varias razones: por el estado de ánimo de un momento, por el cansancio, la edad, o por haber visto, oído o leído algo con un contenido erótico. Estos grados diferentes de sensualidad también condicionan lo que se hace en compañía de la pareja en un momento determinado. Pueden existir cambios en un mismo día y pueden ser inmediatos. No es lo mismo salir en pareja después de haber visitado un museo que después de haber consumido pornografía. En el segundo caso, los gestos de ternura tenderán lógicamente a ser más eróticos, si uno se deja llevar sin más por sus deseos. La pornografía es adictiva, “pornifica” tu sexualidad (tu beso sabrá más a porno que a amor), puede dañar tu impulso sexual (algunos chicos están sufriendo disfunciones eréctiles por culpa del porno), no te prepara para aprender a gestionar tu impulso sexual y para entregar un día tu cuerpo por amor. Todo esto duele y hiere a tu pareja. Acuérdate que un perfil de Instagram, una foto puede ser “tu” pornografía.

4. Algunos gestos de ternura se pueden considerar como “acelerantes sexuales” (por ejemplo, las caricias en la zona genital), mientras que otros no lo son (por ejemplo, pasear cogidos de la mano). La duración de un gesto también puede convertirle en un “acelerante sexual” (cuanto mas largo sea un beso, mas se convierte en “acelerante sexual”).

5. Por último, es importante recordar la regla de oro de la sexualidad humana: “cada acto, gesto de ternura, conduce al siguiente”. Hay una progresión en la sexualidad humana, que va desde pasear juntos o ir cogidos de la mano hasta finalmente llegar a una relación sexual completa. El paso de uno al otro puede darse de manera lenta y progresiva, pero también con rapidez si uno busca tener una relación sexual o si no gestiona bien los besos y las caricias que da o que recibe. Es lógico que los gestos de ternura en una relación romántica nos lleven a la relación sexual si no los gestionamos. El ritmo con el cual se llega a la relación sexual completa depende en último término de la decisión de la pareja. En el caso de que no pretendan tener una relación sexual, será más difícil mantener este objetivo cuanto más se dejen llevar por caricias sexuales sin límites.

En definitiva, se trata de trabajar juntos conociendo las características de la sexualidad y las circunstancias personales para que esa historia de amor sea verdaderamente única, fruto de libres decisiones, y no el resultado de dejarse llevar por las circunstancias o el ambiente. Al final, quienes son dueños de su sexualidad son más capaces de entregarse por amor. Para lograrlo, resulta crucial hablar juntos de las cuestiones que hemos descrito arriba y darse cuenta de que a veces nos equivocamos, a pesar de tener buenas intenciones. Hablar de las equivocaciones ayuda a evitarlas mejor en el futuro. Y lo podemos resumir todo con dos consejos:

1. Evitad siempre cualquier gesto que sea un acelerante sexual.

2. Besos y caricias deben ser breves, muy breves, para que no perdáis el control.

Lo importante es que ambos seáis conscientes de vuestros objetivos para no improvisar, no haceros daño, y ser realmente dueños de cómo se desarrolla y crece vuestra historia de amor.

Probad lo siguiente cuando os beséis. Haced una pausa para miraros a los ojos en medio de un beso. Esa mirada introduce tu alma en el beso, introduce el amor. Es una de las maneras de abrazar su alma con tu cuerpo.

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